El Banco Interamericano de Desarrollo publica en conjunto con el Banco Mundial un informe que analiza la educación en la región

La califican como una “profunda crisis de aprendizaje en América Latina y el Caribe”. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial (BM) analizaron en una publicación conjunta los resultados del informe PISA y encontraron que la pandemia tuvo un impacto negativo en la educación en la región, por lo que la mayoría de los estudiantes de 15 años no han adquirido las habilidades fundamentales que necesitan.

El Programa de Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA, por su sigla en inglés), iniciativa de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), mide lo que saben y pueden hacer los estudiantes de 15 años de todo el mundo. La prueba trienal, que se lanzó en 2000, mide no sólo si los estudiantes pueden reproducir lo que han aprendido sino qué tan bien pueden aplicar sus conocimientos en entornos desconocidos, dentro y fuera de la escuela. Esta semana, en el marco de las Reuniones Anuales del BID en República Dominicana, la organización presentó el informe El aprendizaje no puede esperar: lecciones para América Latina y el Caribe a partir de PISA 2022 en conjunto con el Banco Mundial.

Los autores encontraron que tres de cada cuatro jóvenes de 15 años en la región son incapaces de demostrar habilidades matemáticas de nivel básico, y más de la mitad son incapaces de mostrar competencia básica en lectura. “Existe una profunda crisis de aprendizaje”, dice el reporte de 76 páginas, “ya que la mayoría de los estudiantes de 15 años no han adquirido las habilidades fundamentales que necesitan”. Además, las oportunidades educativas son altamente desiguales, aseguraron los especialistas en el reporte.

“Las tendencias de aprendizaje no se están moviendo en la dirección correcta, y los países de la región necesitan abordar las disparidades en el rendimiento y la equidad, y también dedicar más recursos a utilizar la tecnología como una herramienta educativa”, agregaron. Para elevar el nivel educativo en la región, los autores califican de “urgente” intervenir en el nivel secundario para dar prioridad a la recuperación de las pérdidas de aprendizaje y a la adquisición acelerada de habilidades fundacionales en matemáticas. Si bien los países de la región obtuvieron resultados algo mejores en lectura y ciencias que en matemáticas, la mitad de los estudiantes de los países de ALC continuaron rezagados también en estas asignaturas. “De la evidencia surge que la enseñanza en el nivel adecuado y las intervenciones de tutoría, posiblemente utilizando herramientas de tecnología aplicada a la educación, pueden ayudar”, aseguran

En promedio, los países de la OCDE, que incluye las mayores economías del mundo, invierten tres veces más por estudiante que los países de Latinoamérica a lo largo de su trayectoria educativa: 102.612 dólares frente a 36.972 dólares por estudiante. “No obstante, lo que cuenta no es solo el monto de la inversión, sino cómo se gasta el dinero. En todos los países de ALC que disponen de datos el desempeño en matemáticas es inferior a lo que predice el nivel de inversión”, dice el informe publicado el lunes.

El BID y el BM también recomiendan focalizar el apoyo, ya que ciertos grupos de estudiantes necesitan soporte específico para mejorar. En la mayoría de los países latinoamericanos, los estudiantes más pobres tienen más probabilidades de tener un bajo desempeño, y esa proporción se ha mantuvo sin cambios pasada la pandemia. “Proporcionar a los estudiantes más pobres oportunidades de aprendizaje más flexibles, acceso a internet y a dispositivos digitales para acelerar su aprendizaje, y apoyo psicosocial puede ayudar”, dice el reporte.

Una tercera recomendación en el reporte es invertir en la recuperación del aprendizaje en de lectura y matemáticas para estudiantes de primaria, ya que éstos estuvieron entre los más gravemente afectados por la pandemia. Los estudiantes de primaria Los gobiernos deben también impulsar programas o políticas públicas que reduzcan la deserción y repitencia, especialmente cuando se trata de estudiantes hombres, ya que tienen más posibilidades de abandonar la escuela o de repetir el año que las mujeres. “Los sistemas de alerta temprana, han arrojado resultados positivos en algunos contextos de la región, y podrían ayudar a identificar a los estudiantes en riesgo y apoyarlos con intervenciones adaptadas a sus necesidades”, dice el reporte.

Los directores de las escuelas públicas y más pobres tienen el doble de probabilidades de señalar la falta de acceso a recursos y dispositivos digitales que los directores de las escuelas privadas y más ricas, según encontraron los autores del reporte.

La ronda 2022 del PISA es la primera evaluación internacional del aprendizaje después de la pandemia, por lo que pinta un panorama de cómo estaban los estudiantes aprendiendo mientras las escuelas estaban cerradas. Un total de 14 países latinoamericanos participaron en 2022, un récord para la región.

Isabella Cota

Punta Cana – EL PAÍS

Por admin

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