La estatua de la reina Victoria fue embadurnada de pintura roja antes de ser derribada.

Primero fueron algunas iglesias, ahora son estatuas de las reinas de Inglaterra.

El reciente descubrimiento en Canadá de la muerte de centenares de niños indígenas que durante décadas fueron enviados a internados gestionados por la Iglesia católica ha llevado a manifestantes a descargar su ira en contra de símbolos de instituciones representativas de la era cuando se aplicaron políticas de asimilación forzosa de los menores aborígenes.

Este jueves, una conocida estatua de la reina Victoria de Inglaterra (1819-1901) fue derribada de su pedestal frente al parlamento de Winnipeg, capital de la provincia de Manitoba, en el centro del país.

Los manifestantes también tumbaron una estatua más pequeña de la actual soberana británica, Isabel II, que se encontraba en un lugar cercano.

Medios locales afirman que la policía usó una pistola paralizante para detener a un manifestante en el lugar de la protesta que, en general, fue pacífica.

Los manifestantes también tumbaron una estatua de la reina Isabel II.

El derribo de las estatuas se produjo en la fecha de la conmemoración anual del día de Canadá, el 1 de julio, que fue fijada para recordar la fundación del país en 1867, cuando tres colonias británicas de América del Norte se unieron para establecer una confederación.

La estatua de la reina Victoria fue derribada durante una manifestación realizada el día que se conmemoraba el día nacional de Canadá.

Tras el descubrimiento reciente de tumbas no señalizadas en las que estaban enterrados cientos de niños aborígenes que habían sido recluidos en internados, muchas voces pidieron suspender este año la celebración del día nacional.

Este jueves, también se produjo un incendio en una iglesia católica en la localidad de Monriville y, la semana pasada, otros cuatro templos fueron quemados en comunidades indígenas en el occidente de Canadá.

El gobierno británico condenó el derribo de las estatuas.

«Obviamente condenamos cualquier daño a estatuas de la Reina», dijo un portavoz. «Nuestros pensamientos están con la comunidad aborigen de Canadá tras estos descubrimientos trágicos. Estamos siguiendo esto de cerca y nos mantenemos en contacto con el gobierno de Canadá sobre los temas relacionados con los indígenas»

Más de 150.000 niños indígenas de Canadá fueron separados de sus familias y forzados a asistir a internados durante los siglos XIX y XX, con el objetivo de forzar su asimilación en la sociedad.

Se estima que unos 6.000 niños murieron mientras asistían a estas escuelas. Con frecuencia, los pequeños eran alojados en edificaciones mal hechas que no contaban con una calefacción ni con instalaciones sanitarias adecuadas.

Las condiciones en las que que vivían los niños indígenas en los internados eran atroces.

Numerosos municipios de todo Canadá cancelaron los festejos del día nacional y también hubo estatuas de personalidades que estuvieron vinculadas con los internados que fueron dañadas o retiradas.

En Winnipeg, miles de personas marcharon por las calles para honrar a las víctimas de los internados y para mostrar su apoyo a las comunidades indígenas.

Un grupo de manifestantes acudió hasta la sede del Poder Legislativo de Manitoba como parte de su protesta por la muerte de los menores.

Internados y colonialismo

La reina Victoria estaba en el trono cuando se fundó Canadá pues su reinado se extendió desde 1837 hasta su fallecimiento en 1901. La corona británica negoció acuerdos con los pueblos aborígenes de Canadá, cuyo gobierno adoptó la política de las escuelas residenciales durante su mandato.

Durante la protesta en Winnipeg, la estatua de la reina Victoria fue cubierta de pintura roja.

El surgimiento de nueva información sobre los malos tratos que durante décadas recibieron los niños indígenas enviados a internados en Canadá ha impulsado las protestas.

Belinda Vandenbroeck, una sobreviviente de uno de estos internados, le dijo a la cadena canadiense CBC que ella no sentía ningún remordimiento por el derribo de la estatua, en el cual ella no había tomado parte.

«Ella [la reina Victoria] no significa nada para mi excepto que sus políticas y su colonialismo es lo que nos está rigiendo ahora mismo en este minuto mientras estamos hablando», dijo.

Ataques contra Iglesias

Recientemente siete templos católicos han sido víctimas del fuego en comunidades pertenecientes a los pueblos indígenas de Canadá, según informó la cadena CBC.

La iglesia de Monriville, destruida el jueves, era un templo centenario.

Solamente la semana pasada, hubo cuatro iglesias destruidas.

El sábado pasado, se produjeron incendios en la iglesia Santa Ana y en la iglesia Chopaka, ubicadas a una hora de distancia entre sí en la Columbia Británica.

La policía informó que ambos edificios quedaron completamente destruidos y que estaban tratando los incidentes como sospechosos.

Otras dos iglesias sufrieron incendios en esa misma provincia el lunes anterior, cuando se conmemoraba el día nacional de los pueblos indígenas de Canadá.

Durante el último año, en manifestaciones en todo el mundo en contra de la injusticia racial se han producido ataques en contra de símbolos del imperialismo, del colonialismo y de la esclavitud.

Ese tipo de protestas se multiplicaron luego de la muerte a manos de un policía blanco del afroestadounidense George Floyd en mayo de 2020.

El año pasado en Estados Unidos varias estatuas de destacados líderes de la Confederación y de propietarios de esclavos fueron derribadas y atacadas, generando un debate intenso sobre si este tipo de monumentos deberían ser preservados.

De forma similar, en Reino Unido, manifestantes del movimiento Black Lives Matter echaron abajo una estatua del comerciante de esclavos Edward Colson y la lanzaron a la bahía durante una protesta en la ciudad de Bristol.

  • Redacción
  • BBC News Mundo

«Como ratas de laboratorio»: los espeluznantes experimentos sobre desnutrición que Canadá hizo con los niños de las escuelas indígenas

  • Allison Daniel
  • The Conversation
Las condiciones en que vivían estos niños eran atroces.

El descubrimiento de cientos de restos de niños en Kamloops, Brandon y Cowessess, en Canadá, ha puesto de manifiesto la devastación absoluta que los colonos infligieron en los niños, las familias y las comunidades originarias a través del sistema de Escuelas Residenciales Indígenas.

Como investigadora especializada en nutrición y colona-canadiense, hago un llamado a mis colegas para que reconozcan y comprendan los daños que han causado los experimentos de desnutrición y nutrición en los pueblos indígenas y el legado que han dejado.

Más fácil de asimilar

Ian Mosby, historiador de la alimentación, salud indígena y política del colonialismo de los colonos canadienses, descubrió que entre 1942 y 1952los científicos en nutrición más prominentes de Canadá llevaron a cabo investigaciones muy poco éticas en 1.300 indígenas, incluidos 1.000 niños, en comunidades cree en el norte de Manitoba y en seis escuelas residenciales en Canadá.

Muchos ya sufrían desnutrición debido a las políticas gubernamentales destructivas y las terribles condiciones de las escuelas residenciales.

A los ojos de los investigadores, esto los convertía en sujetos de prueba ideales

Los niños eran separados de sus familias por la fuerza.

Frederick Tisdall, famoso por ser cocreador de la comida infantil Pablum en el Hospital para Niños Enfermos de Toronto, junto con Percy Moore y Lionel Bradley Pett fueron los principales arquitectos de los experimentos de nutrición.

Ellos aseguraron que la educación y las intervenciones en la dieta harían que los pueblos indígenas fueran activos más rentables para Canadá, que si los pueblos indígenas fueran más sanos, la transmisión de enfermedades como la tuberculosis a los blancos disminuiría y la asimilación sería más fácil.

Presentaron con éxito su plan para experimentos de nutrición al gobierno federal.

Pocas calorías, nutrientes y vitaminas

Tisdall, Moore y su equipo basaron su propuesta en los resultados que encontraron después de someter a 400 adultos y niños Cree en el norte de Manitoba a una serie de evaluaciones intrusivas, que incluyeron exámenes físicos, radiografías y extracciones de sangre.

El plan de Pett y su equipo se centró en determinar una base de referencia.

Querían darles a los niños de la Escuela Residencial Indígena Alberni durante dos años una cantidad de lechetan pequeña que se les privara de las calorías y nutrientes necesarios para su crecimiento.

Además de hambre, los niños pasaban frío.

Otros experimentos consistieron en no darles vitaminas y minerales esenciales a los niños de los grupos de control, mientras evitaban que los Servicios de Salud para Indígenas les brindaran atención dental con el pretexto de que esto podría afectar los resultados del estudio.

E incluso antes de estos experimentos, los niños de las Escuelas Residenciales Indígenas pasaban hambre, que se confirmaba con informes de desnutrición grave y signos de deficiencias graves de vitaminas y minerales.

Motivos raciales

El interés en la investigación de la nutrición aumentó dramáticamente en la década de 1940, después de que el Consejo Canadiense de Nutrición declarara públicamente que más del 60% de las personas en Canadá tenían deficiencias nutricionales.

La mayoría de los experimentos hasta entonces se habían realizado en animales, pero investigadores como Pett, quien fue el autor principal de lo que luego se convertiría en la Guía de Alimentos de Canadá, aprovecharon la oportunidad de utilizar a los indígenas como ratas de laboratorio.

Para los investigadores, los niños eran sujetos de investigación ideales.

Si bien los perpetradores como Pett a menudo actuaban bajo la fachada de comprender y ayudar a los pueblos indígenas, estaba claro que estos experimentos de nutrición tenían una motivación racial.

Los investigadores intentaron desentrañar el «problema indígena». Moore, Tisdall y sus colaboradores atribuyeron estereotipos discriminatorios como «descuido, indolencia, imprevisión e inercia» a la desnutrición.

A.E. Caldwell, director de la Escuela Residencial Indígena Alberni, afirmó que la desnutrición fue causada por dietas y formas de vida tradicionales, que también llamó «hábitos indolentes».

Los experimentos de nutrición, junto con los alimentos profundamente inadecuados y de baja calidad que se les daba a los niños en estas escuelas, se alinearon perfectamente con el mandato de asimilación de Caldwell.

Prohibir a prácticamente todos los niños alimentos tradicionales adecuados es otro medio más de colonización y genocidio cultural.

Tras el hallazgo de cientos de restos de niños en las inmediaciones de varias escuelas, muchos se acercaron a rendirles tributo.

Según los hallazgos de Mosby, Pett afirmó que su objetivo era comprender mejor la transición «inevitable» al estar lejos de los alimentos tradicionales, sin embargo, las Escuelas Residenciales Indígenas fueron diseñadas a propósito para provocar esto.

Su investigación no es ética según los estándares contemporáneos, y es difícil creer que alguna vez haya sido aceptable experimentar con cualquier persona, y mucho menos con niños, sin su consentimiento.

Las secuelas del Holocausto y los experimentos biomédicos en los campos de concentración llevaron al desarrollo del Código de Nuremberg en 1947, que establece que el consentimiento voluntario para la investigación es absolutamente esencial y que los experimentos deben evitar todo sufrimiento físico y mental innecesario.

El código se creó el mismo año en que Pett se embarcó en sus experimentos de nutrición en seis escuelas residenciales.

Consecuencias de la malnutrición y experimentación

La desnutrición infantil puede ser mortal, especialmente cuando se combina con el riesgo de enfermedad, que era con frecuencia el caso en los internados.

El Informe Final de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación indica que las principales causas de muerte de los niños en las escuelas residenciales fueron los daños físicos, la desnutrición, las enfermedades y el abandono.

Para los niños que sobrevivieron, el paso por estas escuelas fue una experiencia extremadamente traumática.

Para los sobrevivientes de escuelas residenciales, los efectos de la desnutrición aún duran.

El hambre durante la niñez aumenta el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, e investigaciones indican que la desnutrición severa puede incluso causar cambios epigenéticos que pueden transmitirse de generación en generación.

Experimentar con niños que ya estaban sufriendo fue inmoral.

Efectos a día de hoy

Los problemas de inseguridad alimentaria y nutrición en las comunidades indígenas son problemas importantes en Canadá, como resultado de las escuelas residenciales y las políticas coloniales que continúan hasta el día de hoy.

Los experimentos en estos internados y en las comunidades han hecho que los sitios de atención médica sean lugares precarios y traumáticos para muchas naciones indígenas y han llevado a que muchos tengan dudas en torno las vacunas durante la pandemia de covid-19.

La noticia del hallazgo de cientos de cuerpo de niños indígenas causó indignación en Canadá y en el mundo.

Al mismo tiempo, persiste el estigma, la violencia y el racismo hacia los pueblos indígenas en estos contextos.

Esta historia particular de experimentos de desnutrición y nutrición en niños y adultos indígenas se ha contado antes. Atrajo la atención de los principales medios de comunicación en 2013 después de la investigación de Mosby.

Y no sorprende a los pueblos indígenas, cuyas verdades debemos finalmente escuchar con atención.

*Allison Daniel es candidata de PhD en Ciencias Nutricionales, Universidad de Toronto.

Por admin

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